El shale oil y la ola de
optimismo:
Por estos tiempos estamos
presenciando una ola de optimismo mundial en torno al shale oil donde la
falsimedia global nos envía los siguientes mensajes básicamente: Primero, el
shale oil es una revolución energética que nos llevará a superar el peak oil y, de ahí, a una nueva era de
superabundancia energética. Segundo, EUA será autosuficiente y exportador en
materia petrolera en breve tiempo, en cinco años a lo mucho, en virtud de que
ese país es el eje de la revolución del shale oil. En este artículo buscaré
darle al lector algunos datos para que se ayude en eso de reflexionar en torno
a si esta ola de optimismo es verdad o mentira.
¿Qué es el shale oil?
El "shale oil" es
petróleo convencional atrapado en formaciones de rocas no convencionales. Se
trata de rocas que no son suficientemente porosas o permeables para permitir el
flujo del petróleo contenido hacia la superficie si se perfora un pozo en la
formación con las técnicas convencionales. La existencia de grandes formaciones
de shale oil en los EUA no es una novedad. Se sabe de esto desde décadas atrás
y si nunca fueron tomadas en cuenta en
la era del petróleo barato fue por sus altos costos de extracción y por algunas
barreras tecnológicas. Sin embargo, al iniciar el fenómeno de precios
crecientes en el petróleo estas formaciones empezaron a cobrar viabilidad
económica y su explotación se hizo técnicamente posible con el desarrollo de
nuevas tecnologías ad hoc, aunque a bajas tasas de flujo y con tasas de agotamiento
muy altas: Perforación horizontal y fracturación hidráulica (“fracking”)
Según la Energy Information
Administration - EIA, por sus siglas - del Departamento de Energía de EUA, se
estima que los recursos técnicamente recuperables de shale oil en el mundo
ascienden a 345 billones de barriles. De este recurso total, EUA posee 58
billones de barriles. Sin embargo, conviene hacer las siguientes aclaraciones
en esto: Son recursos estimados y el término "técnicamente
recuperable" nos dice que son recursos que pueden ser explotados con la
tecnología corriente pero que no necesariamente son recursos cuya explotación
sea rentable. La rentabilidad de su explotación dependerá básicamente de las
condiciones del mercado - precio del petróleo, cantidad de recurso disponible y
costos de producción -.
¿Qué es el Peak oil?:
El petróleo es un recurso finito y, como tal, está sujeto al agotamiento
al menos económico, que no es sino el momento en el que la explotación del mismo
cuesta más energía que la que genera. Hacia mediados del siglo pasado un
técnico destacado de la petrolera Shell llamado Marion King Hubbert partió de
esta realidad de finitud del petróleo para diseñar un modelo matemático cuya
utilidad es describir y pronosticar el comportamiento de la producción de
petróleo. Hubbert ajustó su modelo a los datos históricos de la producción de
la industria petrolera de EUA y llegó al siguiente hallazgo básicamente: El
proceso total de producción de petróleo en cualquier nivel - pozo, yacimiento,
región, país, nivel global - sigue un comportamiento que se describe con una
curva logística en forma de campana, y donde se registran los siguientes
fenómenos regulares: La producción crece desde cero hasta alcanzar en el tiempo
una tasa de producción máxima más allá de la cual ya no puede crecer, conocida
como peak oil - pico petrolero -, y a partir de la cual viene un declinamiento
de la producción hasta alcanzar el agotamiento del recurso. En términos
económicos, la fase de crecimiento es la era del petróleo abundante, barato y
de alta calidad, en tanto que la fase de declinamiento es la era del petróleo
cada vez más escaso, caro y de baja calidad.
La siguiente gráfica describe la famosa curva de Hubbert en
forma muy básica. En el eje horizontal medimos tiempo y en el vertical
producción. Puede ver ahí que tenemos el arranque de la producción en el punto
1, luego la producción sube por la curva hasta alcanzar el punto 2, que es el
peak oil, y luego la producción
desciende hasta llegar al punto 3, que es el punto de agotamiento.
En el año de 1956, estando todavía en la era del petróleo
abundante y barato, Hubbert pronosticó con su modelo que EUA alcanzaría su peak
oil en 1970-1971. Lo sorprendente es que acertó con 15 años de anticipación.
Más sorprendente fue que nadie le hizo caso a Hubbert sino hasta que ocurrió el
pico. Y todavía más sorprendente fue que solo hasta el año 2005 - 50 años
después de su pronóstico - el gobierno de los EUA se haya dispuesto a analizar
el problema con más seriedad.
Ya pasamos el peak oil: Se acabó la era del petróleo
abundante, barato y de calidad.
Los especialistas y las dos agencias de energía más
importantes de occidente - IEA y EIA - están de acuerdo en lo siguiente: La
industria petrolera mundial ya alcanzó su peak oil en términos de petróleo
convencional entre 2005 y 2008, y México lo alcanzó entre los años 2004-2005.
La gráfica anterior de la EIA es
clara a este respecto. Nos da la
producción de combustibles líquidos desde el año 2000 y con proyecciones hasta
2035. Concentre su atención por lo pronto en el rubro "Currently
producing" - color azul, "produciendo actualmente" -, que no es
sino la producción de petróleo convencional. Como puede apreciar, la producción
de petróleo convencional alcanzó su peak oil entre 2005 y 2006, para luego
presentar un declive muy dramático hasta el año 2035, donde se espera que la
producción de petróleo convencional alcance solo la cifra de 25 mb/d - millones
de barriles al día -. Esto nos reportará un déficit de 75 mb/d de petróleo
convencional: Diferencia entre la máxima producción diaria para ese año de 2035
- 100 mb/d - y la producción esperada de convencional - 25 mb/d -. La EIA
espera que 35 mb/d de ese déficit sean cubiertos con combustibles no
convencionales - Processin
gains, light tight oil, other unconventional oil y NGL -, lo cual deja un
déficit sin cubrir de 40 mb/d. Pero hay un problema con este déficit porque
resulta que la EIA deja en el aire la solución del mismo asumiendo que tendrá
que ser cubierto con yacimientos de petróleo convencional por descubrir y
desarrollar: Fields yet to be developed - color celeste claro - y Fields yet to
be found - color celeste más oscuro -. Y para que se dé una idea del reto que
implica esto, equivale a encontrar nuevos yacimientos con una capacidad como: 4
veces la producción actual de Rusia, o 4 veces la producción actual de Arabia
Saudita, o 10 veces la producción actual de Irán.
¿Es posible que se cubra ese déficit de 40 mb/d con futuros
descubrimientos y desarrollos de semejante magnitud? Para responder a esto, solo pregúntese algo: ¿Es posible encontrar hoy en día yacimientos que nos reporten al año y en este momento 10 veces la producción anual de Irán o 4 veces la producción anual de Arabia Saudita? Claro: Es casi imposible si pensamos con pura intuición. Y si es casi imposible hoy en día, menos verosímil es en el 2035. Pero le acerco más datos para que comprenda la fantasía de la EIA en estas expectativas con más precisión: En estos
momentos, en la actualidad, los nuevos descubrimientos de yacimientos de
petróleo solo nos aportan un promedio de 27.4 mb/d a las reservas, un cifra que
está muy por abajo de ese déficit por cubrir de 40 mb/d en el año 2035. Añada a
esto que los nuevos descubrimientos de yacimientos tienen una clara e irreversible
tendencia a disminuir, de tal forma que en el año de 2035 tal vez los nuevos
descubrimientos de yacimientos no alcancen ni siquiera los 10 mb/d.
Ahora bien, vea en la gráfica la participación del Shale oil - Tight oil, en color amarillo - en todo este asunto. Si ya lo vio, es claro que el shale oil no resolverá el problema del peak oil y del déficit
creciente de petróleo convencional hasta llevarnos a una era de superabundancia
energética. El aporte de este recurso especial en este sentido es muy marginal, prácticamente insignificante.
Los primeros síntomas económicos del peak oil:
En otro artículo en este diario ( ver enlace 1 al pie de
página ) dijimos que el mundo ya resiente los efectos del peak oil y la era de
creciente escasez de petróleo convencional. Retomaré lo esencial de ese apunte
y remito al lector al mismo si es que desea consultar los datos precisos y las
gráficas al caso.
Si nos atenemos a las prescripciones de la teoría económica, sabemos
que un precio alto y creciente del petróleo se traducirá siempre como un
estimulo de ganancias extraordinarias que incentiva a los productores a
aumentar su producción para acceder a esas ganancias extraordinarias. Una vez
que los productores responden a este estímulo del mercado - ganancias
extraordinarias -, a la vuelta de cierto tiempo se incrementa la oferta
llevando al precio del petróleo a bajar y a retornar a su nivel de equilibrio.
Hasta antes de 2004 la industria petrolera mundial se
comportaba tal como lo prescribe la teoría: Los aumentos de precios iban
seguidos por un aumento en los gastos globales y en la oferta global. Sin
embargo, desde el año 2004 se está presentando un comportamiento anómalo con
respecto a la teoría. Pese a que los precios del petróleo - contrato Brent - se
han triplicado entre 2004 y 2012, la oferta total de petróleo crudo ha oscilado
en una banda de una amplitud de apenas 5 % donde se presenta una tendencia
horizontal o plana a lo largo de esos 8 años - entre 2004 y 2012 -. Y todo esto
se ha dado pese a que en el mismo periodo - 2004 y 2012 - los gastos globales
en nuevos proyectos de petróleo de han duplicado - de 300 a 600 billones de
dólares -. Lo anterior significa que los productores sí han respondido al
estimulo de los incremento en precios del petróleo para tratar de obtener las ganancias
extraordinarias implicadas, pero esto no se ha reflejado en aumentos
significativos en la oferta global.
Es evidente que aquí hay una anomalía contra la teoría
económica. Y esto nos deja claro que la oferta global de crudo está siendo
determinada por algo que está más allá del precio: El peak oil. En efecto, estamos
en una situación en que se ha alcanzado la tasa máxima de producción en
petróleo convencional y donde ya no es posible ir más arriba por mucho que se
le invierta dinero y esfuerzo por extraer más petróleo convencional. Por lo
demás, todo parece indicar que el peak oil se está comportando como una meseta
donde la producción máxima se mantiene prácticamente estancada durante varios
años - 2004 a 2012 -.
La transición hacia el petróleo no convencional:
Pese a lo anterior, los dueños del mundo - oligarquías
globales - han decidido seguir con la pasión por el petróleo. Esto es
comprensible porque, para ellos, el gran negocio del petróleo está precisamente
en la era de la escasez y sus precios crecientes - ganancias extraordinarias -
que ya vivimos. Y no es sino por esto que los gobiernos occidentales del primer
mundo han optado desde años atrás por la opción de cubrir el enorme déficit del
petróleo convencional con combustibles no convencionales y con esperanzas
extravagantes en torno a los futuros descubrimientos y desarrollos de petróleo
convencional, tal como vimos arriba. Todo esto nos está llevando ya de la era
de combustible abundante, barato y de alta calidad - petróleo convencional - a
la era de combustibles escasos, caros y de menor calidad - no convencionales -.
Y esto no debe sorprendernos porque solo estamos siguiendo una ley económica
que ya el economista David Ricardo había establecido mucho tiempo atrás en sus
indagaciones sobre la determinación de la renta de la tierra: En la explotación
de los recursos - nos decía Ricardo -, vamos desde los de mayor calidad y menor
costo a los de menor calidad y mayor costo. Cierto, esta transición del
convencional al no convencional tiene sentido económico porque a medida que el
precio del petróleo convencional escale cada vez más por la escasez creciente,
se hará posible la explotación económica de los combustibles no convencionales
cuyos costos eran prohibitivos en la era del petróleo abundante y barato.
Por cierto que EUA fue el pionero en esta transición. En el 2005
el Departamento de Energía de este país encargó a una junta de especialistas
encabezados por el doctor Robert Hirsch un diagnóstico sobre el peak oil que
incluyera un programa de respuesta estratégica para enfrentar el fenómeno ya
actuante y creciente de declinamiento en la producción. Una de las
recomendaciones del doctor Hirsch fue la siguiente: Es necesario incrementar la
producción nacional de petróleo no convencional hasta alcanzar los 20 millones
de barriles al día (mb/d) en 15 años - para el año 2020 - instrumentando al
mismo tiempo un programa para incrementar la eficiencia energética de la flota
vehicular del país y de la tecnología de producción en pozos petroleros
convencionales.
La realidad del shale oil en EUA:
La siguiente gráfica de la EIA
nos muestran la producción e importación de petróleo de EUA desde el año 1900 a
2012. El punto 1 en la curva de producción - color azul - nos indica el peak
oil o la tasa máxima de producción que consiguió EUA en 1970 y que fue
pronosticado por Hubbert. A partir de ahí la producción entra en un declive que
solo se ve interrumpido por el boom petrolero derivado de los grandes
descubrimientos de Alaska - punto 2 - y el boom petrolero del shale oil y las
aguas profundas del Golfo de México entre 2007 y 2012 - punto 3 -.
En la misma gráfica vemos que EUA
siempre ha sido importador de petróleo a partir de 1915. Esto es resultado
natural de su necesidad de complementar su producción doméstica de petróleo con
importaciones para sostener su crecimiento y desarrollo económico colosales
durante casi todo el siglo XX. Evidentemente, las necesidades energéticas del
titán siempre excedieron a su dotación de recursos en esta materia. Usted puede
ver ahí también cómo las importaciones se disparan a la alza una vez que EUA
pasa su peak oil en 1970, y que no es sino resultado del inicio del declive en
la producción de petróleo en ese país. Ese crecimiento exponencial de las
importaciones solo se ve interrumpido en dos fases: Primera, entre 1979 y 1985
- punto 4 - por la conjugación de los siguientes factores: Boom petrolero de
Alaska, recesión económica, Revolución de Irán, y guerra Irán - Irak. Segunda,
a partir de 2007 - punto 5 - por la conjugación de los siguientes factores:
Boom del shale oil y aguas profundas del Golfo de México, y recesión o crisis
económica de las hipotecarias - 2008 a la fecha -.
La siguiente gráfica es de la EIA
y nos da una visión más específica del efecto del boom del shale oil -
"tight oil" en la gráfica - sobre la producción total de petróleo de
EUA entre 1990 y 2040. Volvemos a ver el repunte de la producción de EUA a
partir de 2007. Vemos también que se pronostican más incrementos de la
producción total de EUA a futuro gracias sobre todo al boom del shale oil y
hasta 2019, año en que la producción total alcanzará un nuevo máximo de 7.5
mb/d. A partir de 2020, como se aprecia en la imagen, se espera que este boom
del shale oil cese por completo llevando a la producción total de EUA a empezar
a declinar de nuevo hasta alcanzar un nivel de 6.1 mb/d en el año 2040.
La siguiente gráfica es de la EIA
y nos muestra únicamente el comportamiento de la producción del shale oil entre
los años 2000 y 2040. Creo que nos ayuda a comprender por qué el boom del shale
oil es tan efímero e insuficiente para contener la caída de la producción en
EUA. Como ya vemos, el boom del shale oil inicia en el año 2007 con un
crecimiento exponencial en la producción hasta alcanzar su máximo con 2,8 mb/d
en el año 2020, pero a partir de ahí la producción de shale oil empieza a
declinar hasta llegar a 2 mb/d en el 2040. Esto deja claro que la producción del
shale oil alcanza muy rápidamente su pico o máximo de producción para luego
empezar a declinar inexorablemente.
En efecto, gracias a seguimientos
estadísticos de producción de la EIA sobre pozos de petróleo y gas shale de la
formación Bakken - una de las principales fuentes de shale en EUA -, se ha
observado que la producción sostenida de petróleo y gas requieren de la
apertura rápida y masiva de pozos porque los mismos declinan rápidamente en
producción, lo cual demuestra que el peak oil también aplica al shale aunque
con un tiempo de agotamiento mucho más corto cuando comparado a los pozos
convencionales. Esto pone al shale oil en posición de requerir más grandes
inversiones de energía y generar menos energía neta cuando comparado al
petróleo convencional.
Ahora bien, EUA importa entre 8 y
10 mb/d según se encuentre en recesión o en crecimiento. Sin embargo, por lo que ya hemos visto sabemos
que la producción de shale oil apenas alcanzaría un máximo de 2.8 mb/d ¡ en el
2020 ! Con estas cifras no sé cómo diablos EUA podrá ser autosuficiente y
exportador en materia petrolera algún día gracias al shale oil.
Para terminar, solo le diré que
la producción del shale oil es económicamente viable solo mientras el precio
del petróleo permanezca por arriba del rango de 40 y 65 dólares el barril. Esto
nos deja claro que este recurso es significativamente más caro que el petróleo
convencional, lo cual le resta todo carácter "revolucionario".
Recuerde el lector que un cambio tecnológico es revolucionario si, entre otras
cosas, permite obtener el mismo resultado que antes del cambio pero con mayor
economía de energía.
Hasta aquí, podemos concluir lo
siguiente: El mundo y México ya pasaron su peak oil y están en la fase de declive de la producción de petróleo convencional. Se espera que el déficit creciente de petróleo convencional alcance la cifra de 75 mb/d para 2035. 35 mb/d de ese déficit podrían ser cubiertos con combustibles no convencionales y donde el shale oil da una aportación insignificante. Pero los restantes 40 mb/d del déficit están en suspenso de ser cubiertos, porque todo ahí se hace descansar en la esperanza de descubrir nuevos yacimientos de petróleo convencional. Según nos muestran los datos, es casi imposible encontrar nuevos yacimientos que cubran ese déficit creciente de 40 mb/d para 2035. En general, la curva de producción histórica de petróleo de EUA sí se
comporta en el tiempo como lo establece el modelo de Hubbert: Una campana con
su pico de máxima producción. Se trata de un comportamiento de largo plazo que
necesariamente ha de tender al agotamiento del recurso en el futuro cercano. Esta
gran tendencia de largo plazo de la curva de producción no la pueden cambiar
booms petroleros ocasionales y de corto plazo como los señalados antes: Boom de
Alaska y boom del shale oil. Esos booms ocasionales o de corto plazo tal vez
logren aplazar la fecha de caducidad por algunos años, pero la tendencia
decadente de largo plazo terminará por imponerse siempre. El shale oil es menos
eficiente y más costoso que el petróleo convencional, no permitirá ni de lejos cubrir el
déficit petrolero creciente a nivel global, y menos hará posible por sí mismo que
EUA sea autosuficiente y exportador en materia petrolera. En suma: La ola de
optimismo global en torno a la supuesta revolución energética del shale oil es
una completa mentira.
Vale la pena aclarar dos cosas
respecto a las cifras del shale oil presentadas hasta aquí: Primera, la misma
EIA aclara que se trata de estimaciones muy gruesas e imprecisas toda vez que
el shale oil es un campo incipiente. Segunda, como la EIA es una agencia del
gobierno de los EUA debemos asumir que las estimaciones y proyecciones son muy
"optimistas" y que la realidad puede ser peor de lo que ya vimos con
máxima verosimilitud.
Wall Street, EPN y la burbuja
especulativa del shale oil:
Estamos presenciando una gran ola
de optimismo construida desde Wall Street, los grandes bancos globales y sus
medios afines - Wall Street Journal, Financial Times, etc. -, que pretende
hacernos creer tres cosas fundamentalmente: Primero, el shale oil es una
revolución energética que nos llevará a una nueva era de superabundancia
energética que sepultará al peak oil de una vez y para siempre. Segundo, EUA será
autosuficiente y exportador en materia petrolera en breve tiempo, en cinco años
a lo mucho, y hasta convertirse en la nueva Arabia Saudita del mundo. Esto, en
virtud de que ese país es el eje de la revolución del shale oil. Tercero, todos
los países productores de petróleo convencional deben entregar éste recurso a las
trasnacionales lo más pronto posible y antes de que EUA sea autosuficiente y
exportador, porque de otro modo se quedarán sin cliente: EUA. Y vaya como botón
de muestra de esta ola de optimismo una nota del diario Wall Street Journal en
torno a los posicionamientos de Citigroup sobre ese asunto en el mes de febrero
de 2012:
- Citigroup anunció al mundo que
el peak oil está muerto - nos dice WSJ - gracias a las formaciones shale de
Dakota del Norte, que tendrán consecuencias severas para los precios del
petróleo - los llevarán a la baja -...Todo está cambiando por lo que está
sucediendo en Dakota, donde nueva tecnología ha llevado a un grande e
inesperado resurgimiento de la producción petrolera desde el shale oil. Después
de décadas de declinar, la producción de petróleo de EUA está en aumento
gracias al shale oil. Un día - agrega Citigroup - el shale oil puede permitir
que EUA y Canadá sean autosuficientes en petróleo ( Ver enlace 2 al pie de
página )
Sin embargo, y contra lo que dice
Citigroup, ya hemos visto en este artículo que esta ola de optimismo del shale
oil es una gran mentira. Y es claro que esta mentira no tiene sino dos
propósitos: Primero, un nuevo anzuelo seductor de Wall Street para atraer a los
pequeños inversionistas en busca de ganancias extraordinarias a fin de esquilmarlos
de su dinero. Si ayer fue la mentira de las hipotecarias, hoy es la mentira del
shale oil. Segundo, despojar a los países productores de su petróleo
convencional. Y toda esta mentira, créame, tiene todas las características de
una burbuja especulativa que muy pronto habrá de reventar para desilusión de
muchos.
Una de las burbujas especulativas
más famosas de la historia fue la "burbuja de los mares del sur" en
la Gran Bretaña de principios del siglo XVII y que luego ocasionó el crack de
1720. A la compañía inglesa de los mares del sur se le había concedido el
monopolio del comercio con las colonias españolas. Luego de un cierto tiempo de
operar sin los resultados deseados, la compañía arreció toda clase de rumores
extravagantes en torno a grandes riquezas en esa veta de comercio. Pronto los
incautos ahorradores británicos mordieron el anzuelo de la avaricia y empezó la
febril demanda de las acciones de la compañía y su precio se fue a los cielos.
Sin embargo, cuando las muy restrictivas reglas del acuerdo comercial que se le
habían otorgado a la compañía se dieron a conocer públicamente, las
oportunidades muy rentables y casi infinitas de negocio que los rumores habían
levantado se desvanecieron en el aire y la burbuja explotó ocasionando el crack
de 1720.
Como puede ver el lector, hay una
grande semejanza entre los pronunciamientos de Citigroup y la compañía de los
mares del sur: En ambos casos se sueltan rumores extravagantes y mentirosos
sobre un boom de oportunidades de riqueza y abundancia. Si en el clímax de las
extravagancias el lema principal de la compañía de los mares del sur fue:
"Una compañía diseñada para llevar a cabo un negocio muy rentable, pero
nadie sabe cuál...", sucede que el lema de Citigroup con el clímax de los
rumores extravagantes e infundados del shale oil es: "Todo está cambiando
por lo que está sucediendo en Dakota del Norte"...aunque nadie sabe con
objetividad lo que sucede en ese lugar. En efecto, Citigroup infla una burbuja
de optimismo en torno a esa cuestión al grado de afirmar que el peak oil está
muerto y no obstante que el shale oil solo da para una friolera efímera, casi
inútil.
Por supuesto que esta burbuja
especulativa del shale oil ha venido a ser de gran utilidad para EPN,
organismos empresariales y demás políticos oficialistas de este país en eso de su
interés por impulsar su reforma energética privatizadora y expropiadora. Este
golpe de utilidad política es muy simple de entender: Si Citigroup y demás
agentes del mundo financiero global dicen que el shale oil es la panacea global y de EUA, luego entonces es muy posible que
los mexicanos crean esto. Y si lo creen, ya es fácil meterlos en la creencia de
que es momento de abrir las puertas a las trasnacionales del ramo para pasar a
una política volumétrica - maximización de producción sin cuidar precio - a fin
de acabar con todo nuestro petróleo lo más pronto posible y antes de que EUA -
nuestro principal cliente - sea independiente en esta materia.
- Si Citigroup y Wall Street
Journal lo dicen, entonces es cierto - se dirá el mexicano que ha caído en el
engaño de la burbuja -. Y como EUA será independiente en materia de petróleo en
breve tiempo, ya tenemos un problema: ¿A quién le venderemos el petróleo?...Sí,
claro: ¡ Es tiempo de entregar el petróleo a las trasnacionales y acabar con él
!
En efecto, éste es el resultado
que buscan EPN y asociados al usar de la burbuja del shale oil fabricada desde
Wall Street: Que entreguemos nuestro petróleo a las trasnacionales en remate y ahora,
ya, antes de que su valor sea de precio cero. Se trata de la más grande mentira
que hayan propalado alguna vez en este país los políticos y empresarios
codiciosos. Mentira colosal, porque lo cierto es que el resto de petróleo
convencional mexicano será cada vez más demandado y valdrá cada vez más dinero
a medida que avance el tiempo y se haga más escaso en el mundo, y así EUA logre
lo casi imposible: Ser independiente y exportador. Y esto es muy simple de
comprender si recordamos que el petróleo convencional mexicano tiene un costo
de 10 dólares por barril que le da una extraordinaria ventaja competitiva sobre
el petróleo no convencional en el que se especializa cada vez más EUA y cuyo
costo ha superado ya la barrera de los $ 40 dólares el barril por lo
menos.
Reflexión final: La energía contenida en 50 litros de
gasolina equivalen al trabajo físico diario de 1,000 personas ocupadas en
trabajo físico rudo. Por otro lado, siempre resultará más barato producir un
litro de gasolina con petróleo convencional mexicano que con shale oil gringo.
Eso lo saben los gringos y de ahí su máximo interés en tomar posesión de nuestro
petróleo convencional a través de la reforma energética priista. Con estos
simples datos usted ya sabe el costo que nos reportaría el cometer la torpeza
de morder el anzuelo del extravagante, absurdo y falso rumor sobre el shale oil
que mana de Wall Street para encontrar eco en EPN, políticos oficialistas y
empresarios codiciosos, y cuyo mayor interés es expropiar nuestro petróleo en
favor de las trasnacionales y un EUA apremiado por la escasez creciente de
petróleo convencional.
Buen día.
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