Inatendible por muy inconsecuente...por lo menos. Eso me
pareció el argumento que Ivonne Álvarez, la candidata del PRI a la gubernatura
de Nuevo León, atravesó para justificar su deserción del primer debate
organizado por la plataforma Cómo Vamos y por la federación de estudiantes del ITESM,
campus Monterrey. Según Ivonne, desertó de este primer debate porque no se
cumplía el criterio de equidad a cuya observación en este tipo de eventos había
exhortado la Comisión Estatal Electoral de Nuevo León. Y si me parece muy inatendible
su argumento, sin crédito, no es sino porque el desempeño de esta mujer en la
grilla no nos da correlatos objetivos en torno a la existencia de algún escrupuloso
cuidado por la equidad que le dé consecuencia a su postura en este asunto.
Sobre la inequidad en la trayectoria de Ivonne Álvarez:
Actos como la extorsión, el asesinato, el secuestro y el
saqueo, son en la conciencia de los agresores la negación absoluta del
principio de igualdad en sus víctimas. Así que tal vez no haya actos que
afirmen la inequidad entre los seres humanos con tanta potencia, vehemencia y
arrogancia, como los que comete la delincuencia organizada en este país. Y de
esto saben mucho los habitantes del municipio de Guadalupe, Nuevo León. Sabemos
que el municipio de Guadalupe se convirtió en uno de los espacios de actividad
predilectos de la delincuencia organizada en ese estado. Sabemos también que
existe la percepción muy bien difundida de que este fenómeno alcanzó su
pináculo durante la administración municipal de Ivonne Álvarez. Por supuesto
que jamás sabremos si esto se debió a tolerancia o indiferencia de Ivonne con
la suprema inequidad de la delincuencia organizada. Pero lo que sí sabemos al
menos es que no hizo nada efectivo para frenar ese infierno de inequidad que
vivieron los guadalupenses a raíz del apogeo de la delincuencia durante su
administración municipal. Las cosas se dejaron a la simple inercia general.
Por lo que respecta a la dimensión socioeconómica de la
inequidad, y que no es problema menor en Guadalupe, nunca supimos que Ivonne
Álvarez tuviera el propósito real y activo por al menos atenuarla. Y mucho
menos hemos sabido que haya acercado a este municipio al cumplimiento de algún
modelo reconocido de equidad en materia socioeconómica. Y los hechos son más
que elocuentes a este respecto. La realidad es que el municipio de Guadalupe
sigue sufriendo los mismos problemas de inequidad socioeconómica que padecía
antes y durante la administración municipal de Ivonne Álvarez.
Ahora bien, la elección de Ivonne Álvarez como candidata del
PRI a la gubernatura de Nuevo León es un ejemplo, no ya de tolerancia o
indiferencia de esta mujer con la inequidad, sino de su pasión por la
inequidad. Pero hagamos un ligero análisis de esta situación para poner en
claro esto.
Empecemos por decir que la elección de Ivonne como candidata
del PRI a gobernadora tiene dos estratos de análisis. Un estrato es Ivonne
insertada en el contexto del los intereses del PRI como institución política,
que no es sino la versión oficial de esta historia, pero que también es la
versión ficticia, irreal. El otro estrato es Ivonne Álvarez insertada en el
contexto de los intereses del papá de Rodrigo Medina, y que es la versión real
aunque no declarada, oculta, sobre la selección de esta mujer como candidata.
Ivonne Álvarez en el contexto del PRI:
En el primer contexto, el del PRI, es claro que la selección
de Ivonne como candidata a la gubernatura fue la menos razonable de las decisiones.
A cualquiera que tenga alguna familiaridad con la vida política de Nuevo León
le queda claro que el PRI tenía una buena cantidad de opciones que eran
notablemente mejores que Ivonne Álvarez para la candidatura a la gubernatura.
Basta con revisar el perfil de algunas de las opciones más conocidas que tenía
este partido contra el perfil de Ivonne Álvarez para darnos cuenta de eso.
Hablo de personas como Ildefonso Guajardo, Javier Treviño, Cristina Díaz,
Héctor Gutiérrez de la Garza, por mencionar algunos de los casos más notables.
Se trata de personas que superan en mucho a Ivonne Álvarez al menos en los
aspectos más relevantes o significativos para la política oficialista:
experiencia, trayectoria, cultura, preparación, personalidad y, sobre todo,
sobre todo, autonomía de gestión. Y si subrayó la autonomía de gestión en estos
personajes no es sino porque fue la cualidad que los descalificó como
candidatos en el contexto real pero oculto, el de los intereses del papá de
Rodrigo Medina.
Como dije en un artículo anterior, en este contexto solo me
permitiría dotar de alguna racionalidad respetable a la elección de Ivonne si
el PRI hubiera tenido alguna certeza en torno a que estas elecciones por la
gubernatura se le anticipaban, o muy complicadas, o de plano perdidas. Solo en
ese caso hubiera sido razonable poner en riesgo al activo priista de menor
valor entre todas las posibilidades existentes, y que no era sino Ivonne
Álvarez.
Aclaró de paso que yo no compro esos argumentos inverosímiles
que buscan justificar la irracional elección de Ivonne con una supuesta ventaja
de popularidad a su favor. Hasta antes de la disputa interna por la candidatura
nadie en Nuevo León se acordaba de Ivonne Álvarez. A saber, jamás existió por
aquellas tierras alguna fiebre precedente por Ivonne Álvarez. Así que todo
parece indicar que la repentina, muy oportuna e insólita popularidad de Ivonne
Álvarez, más bien huele a fama fabricada en connivencia con algunos medios de
comunicación en el estado. Y sabemos que el sistema político se las gasta muy
bien en eso de generar famas artificiales con encuestas al gusto sin ton ni
son. La lista de experiencias a este respecto es tan abundante que ya nos da un
criterio muy razonable de decisión para juzgar estas cosas con máxima
probabilidad de acierto.
Ivonne Álvarez en el contexto del papá de Rodrigo Medina:
Todo apunta a que Ivonne Álvarez fue elegida como candidata a
la gubernatura, no por el PRI, que es un contexto donde no tiene racionalidad
este asunto, sino por el equipo de Rodrigo Medina, y donde impera el papá de
éste como jefe máximo. Y es precisamente aquí donde la elección de Ivonne como
candidata ya resulta bastante razonable.
Por supuesto que la decisión del papá de Rodrigo Medina fue
muy razonable porque supo elegir de entre sus posibilidades a la persona -
Ivonne Álvarez - que con mayor probabilidad objetiva se dejaría manipular por
él a fin de cumplir los fines del equipo de Rodrigo Medina con la mayor
eficiencia posible, y que no son sino asegurar la impunidad transexenal y la
prosecución del saqueo al que han sometido al estado durante casi 12 años,
desde tiempos de Nati. Y es esta misma actitud razonable del papá de Rodrigo
Medina lo que explica el descarte de los otros priístas que aspiraban a la
candidatura por el PRI. En efecto, no obstante sus mejores cualidades con
respecto a Ivonne Álvarez, su mayor autonomía de gestión los convertía en
medios de alta incertidumbre en cuanto a su disposición para ser manipulados
por el papá de Rodrigo Medina; incertidumbre que, a su vez, los convirtió en
medios de mínima probabilidad o muy alto riesgo para conseguir los fines que se
propone el equipo de Rodrigo Medina, y que ya señalamos antes. Y bueno, la
misma Ivonne ha corroborado implícitamente esta verdad sobre su elección toda
vez que ha afirmado reiteradamente que su objetivo será darle continuidad al
espíritu general del régimen de Rodrigo Medina; un régimen que, como ya sabemos
, es esencialmente corrupción y decadencia.
En suma, podría decirse que la designación de Ivonne Álvarez
como candidata del papá de Rodrigo Medina a la gubernatura de Nuevo León vino a
romper por completo con todos los principios de equidad habidos y por haber en
el contexto de la vida interna de su propio partido, el PRI. Pero esto
constituye también un acto de la mayor inequidad contra los ciudadanos de Nuevo
León si ponemos el dedo en la llaga: estamos hablando de una acción política
apuntada a la impunidad transexenal y a la prosecución de un régimen corrupto,
que es algo que desprecia y afecta seriamente los intereses de los ciudadanos.
La inconsecuencia de Ivonne Álvarez:
Creo que ya nos queda claro que Ivonne Álvarez está recortada
con la misma tijera y en el mismo papel de los políticos priístas. Jamás ha
tenido en su trayectoria política algún vislumbre significativo de algún
escrúpulo por el principio de la equidad entre los seres humanos. Pero además,
en su situación actual como candidata del papá de Rodrigo Medina puede ser
definida como hija legítima y voluntaria de la mayor inequidad. Y no obstante
eso, resulta que Ivonne apela por estos tiempos al principio de la equidad para
desertar o huir de su responsabilidad de acudir al cumplimiento de un debate al
que fue convocada por un auditorio de electores potenciales. ¿No es éste un
acto de la mayor inconsecuencia? Y si hay inconsecuencia en Ivonne, ¿es
atendible su argumento sobre la equidad para evadir la responsabilidad de
acudir a un debate?
Mucho más verosímil habría sido el argumento de Ivonne si
hubiera apelado al principio de equidad argumentando alguna posible afectación
a sus intereses como candidata. Nada más creíble que esto en su caso porque ya
sabemos que tiene gusto por privilegiar su interés privado. Sin embargo, y como
ya sabemos, sucede que Ivonne buscó justificar su deserción apelando a lo más inverosímil
en ella: reclamar una falta de equidad contra seis de sus contrincantes; pero
que además es una falta a la equidad que sólo existe en su imaginación, como
veremos enseguida.
Las mentiras de Ivonne Álvarez:
Pese a lo que diga Ivonne, sabemos que los organizadores del
debate aclararon con anticipación que, por un principio de economía, el evento
había sido dividido en dos coordenadas temporales o fechas en el mismo sitio.
Primera fecha para los cuatro candidatos más importantes, y segunda fecha para
los restantes seis candidatos. En lo personal, creo que los organizadores
hicieron lo correcto dejando sin afectación alguna al principio de equidad en
el debate, por las siguientes razones.
De entrada, la división del debate en dos coordenadas
temporales no afecta su naturaleza puesto que sabemos que los debates en
realidad no son debates, no son disputaciones para las demostraciones, las
controversias o los esclarecimientos, sino que se reducen a la declamación de
los buenos deseos de cada candidato convocado, y donde sólo muy ocasionalmente
se cruzan entre los protagonistas insultos, torpes alardeos y acusaciones que
son absolutamente irrelevantes. Y siendo así las cosas, resulta igual si los 10
candidatos son programados en una, dos o más fechas, puesto que el resultado siempre
será el mismo: no un debate, no verdaderas disputaciones, sino puras
declamaciones unilaterales y con interés persuasivo hacia un auditorio, y reyertas
ocasionales muy irrelevantes y hasta indignantes.
Jaime Rodríguez nos dio un ejemplo supremo de la irrelevancia
discursiva a la que estamos expuestos en este estilo tradicional del debate que
no es debate. El tiempo que Jaime dedicó, no al auditorio directamente, sino a
los otros invitados, se fue en arrogantes alardes y en alusiones satíricas de
muy mal gusto y sin correlatos objetivos apuntadas sobre todo y muy
injustamente contra una persona muy respetable como Fernando Elizondo. Si este
es el resultado que se ha de conseguir con eso de tener a todos los candidatos
juntos en un sólo foro para que se hagan alusiones mutuas y se cumpla el
criterio de equidad al exótico modo de Ivonne, más valdría escucharlos por
separado. Digo, la verdad es que no estamos como para perder el tiempo con payasadas
y discursos pueriles.
En cuanto al principio de economía que usaron los
organizadores del debate, tiene mucho sentido. No es funcional escuchar a 10
candidatos al mismo tiempo. Si escuchar a tres candidatos ya puede resultar
cansado y aburridísimo, imagine usted tener que escuchar las declamaciones de
10 candidatos, y de los cuales la mayoría son absolutamente irrelevantes para
lo que tendrá que suceder en Nuevo León. ¿Tiene sentido escuchar, por ejemplo,
a Chema Elizondo cuando ya sabemos a qué atenernos con él, y que es algo como casi
nada?
También tuvo mucho sentido el incluir a Fernando Elizondo en
la primera fecha, al lado de los que tienen los mayores porcentajes de
preferencias según las encuestas que, por lo demás, siempre están bajo sospecha.
Quiérase o no, y con independencia de su actual situación aparente en
preferencias, este hombre es un importante referente en la vida política del estado.
La muestra de esto la dio el mismo Fernando Elizondo con su mejor desempeño
relativo en el debate, donde se vio más esclarecedor, más exacto y más serio
que los otros dos candidatos.
Por todo lo anterior puede afirmarse que los organizadores
del debate dieron cumplimiento al criterio de equidad observando, de paso, un
inteligente principio de economía en la organización del evento que le dotó de
mayor eficacia. Y siendo así, no podemos sino concluir que Ivonne Álvarez
mintió al afirmar que se había omitido el principio de equidad en el debate.
Así que ya tenemos dos problemas con Ivonne Álvarez en este caso: se ha
mostrado muy inconsecuente y miente.
Ahora bien, en el fondo conocemos la verdad de máxima
probabilidad en esto de la deserción de Ivonne Álvarez con respecto a su
responsabilidad de acudir a esa convocatoria del debate. Es de máxima
probabilidad que Rodrigo Medina y su papá instruyeron a Ivonne Álvarez para que
desertara. Y si hicieron esto fue porque sabían con toda certeza que Ivonne
saldría derrotada en ese lance. Sabían perfectamente bien que las características
especiales de ese auditorio, conformado por estudiantes universitarios, sería
naturalmente crítico con respecto a la muy comprometida situación política de
Ivonne Álvarez por estos tiempos. Y por supuesto que la deliberación por la
deserción fue muy razonable porque sería una locura suponer que Ivonne pudiera
convencer a todos esos estudiantes de que la corrupción y la condición
decadente del régimen de Rodrigo Medina no existen, que son simples ilusiones.
En suma, si Ivonne Álvarez no asistió al debate fue simple y sencillamente
porque el equipo de Rodrigo Medina apostó razonablemente a la opción con el
menor costo posible, y que no fue sino la negativa de Ivonne para asistir al
debate: su deserción.
Este asunto no es menor. Tome nota el lector de todo esto
porque ya nos da un adelanto del grave problema que tendremos en Nuevo León si
Ivonne Álvarez resulta electa gobernadora. Esto significaría la impunidad
transexenal para los múltiples delitos sin castigo que se han cometido en el
gobierno durante los últimos 12 años, y la prosecución de la corrupción y la
decadencia. Pero lo más grave es que estaremos en las manos de una gobernante
sin autonomía política, que estará muy pronta a desertar de todos los
conflictos sociales que comprometan los intereses privados del papá de Rodrigo
Medina, y que actuará siempre bajo el tutelaje de intereses ocultos en las
sombras y a los cuales ningún ciudadano habrá elegido para gobernar en las
urnas.
Si usted es de Nuevo León, le pregunto: ¿Es esto lo que usted
quiere para su estado?
Y eso es todo.
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4 Comentarios
Muy buen análisis. Gracias!
ResponderEliminarGracias por tus comentarios, Anónimo. Abrazos fraternos y muchos éxitos siempre.
EliminarY desgraciadamente nos la van a imponer
ResponderEliminarEsperemos que esto se resuelva bien. Gracias por comentar y saludos afectuosos.
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