Hace poco, en un habitual evento
de proselitismo en la región de Tula, hiciste un llamado a la sociedad para que
asumiera una actitud crítica ( Ver enlace 1 al pie de página )
Desgraciadamente, David, con tu misma pieza de retórica has echado por tierra
tu llamamiento puesto que requieres esa actitud crítica en la sociedad, no para
que busquen con la razón y los hechos la verdad que más conviene a la felicidad
de la nación, cualquiera que ésta sea - verdadero sentido del criticismo -,
sino la verdad que tú imaginas y deseas como la mejor, que no es sino el
programa de reformas de tu partido. ¿Para qué diablos sirve la postura crítica
que deseas en la sociedad si hemos de concluir lo que a ti se te antoje? Y
aclaro que estas objeciones se sostienen mientras tú no estés en la posición
obcecada y tirada de los pelos de creer que tú tienes la verdad.
En este escrito haré efectivo tu
llamamiento a la actitud crítica, pero no usando de tu noción insustancial de
crítica, sino de la crítica. Y a eso voy enseguida.
Pude ver tu reacción furibunda en
los medios ( Ver enlace 2 al pie de página ) ante los pronunciamientos de AMLO
para cercar al senado a fin de tratar de impedir la primera fase en la
aprobación de la reforma energética. Y tu irritación fue tanta, que mandaste a AMLO
al infierno del liderazgo irresponsable y mentiroso. Sinceramente, David, me
parece que te excediste en tu rabia. En realidad, no hay motivo. Y te digo esto
porque bien sabes que lo que hagan AMLO y sus seguidores a este respecto ya es
casi inútil en términos prácticos toda vez que la reforma energética ya está
planchada entre el PRI y el PAN y asegurada en su aprobación por mayoriteo desde
tiempo atrás. Sabemos que, pase lo que pase con AMLO en este contexto, esté o
no esté AMLO por su caída de salud, la reforma energética pasará porque de ello
depende el premio para ustedes y hasta la certidumbre de su cómoda posición en
las cámaras en el largo plazo. Por otro lado, hasta al más hosco de
entendederas, incluyéndote a ti y a mí, le queda claro que AMLO no llegará
jamás al terreno que se necesita pisar para detener este tipo de saqueos a la
nación, como el que ustedes ya tienen en ciernes. ¿Que de qué terreno hablo?
Bueno, hablo de un terreno que no acepta agua bendita y exorcismos de inocuo pacifismo.
La planchada anticipada a la
reforma energética resta credibilidad a tu verbo enderezado a acusar de líder irresponsable
a AMLO fundándote, para ello, en el rechazo de éste a la invitación del
legislativo a participar en los foros de discusión en torno a la reforma
energética. Si ya todo está planchado por anticipado, ¿tiene alguna utilidad
hablar en tus foros artificiales? Y voy más lejos, David: Me queda claro que la
única utilidad que para ustedes reportaba la presencia de AMLO en esos foros
era: Legitimidad a la reforma energética.
Dices que los beatíficos
senadores no se van a dejar amedrentar por AMLO porque ustedes tienen en sus
"manos la representación popular porque así lo mandató el pueblo de México
en una elección democrática". Te confieso, David, que a duras penas contuve
la risa cuando leí tus expresiones. Es más, no sé si ponerme a reír o a llorar.
Te explico enseguida el motivo.
¿"Elección
democrática"?:
Para muchos mexicanos que se
cifran en millones, y que tal vez hagan mayoría, el régimen de EPN es
ampliamente sospechoso de ilegitimidad legal. Para esto, te refresco la memoria
un poquito sobre algunas cosas que no se pueden ocultar bajo la alfombra de la sala
de estar: Monex, sorianazo, muertos que hacen negocios, obreros y peones
aplicados al negocio del comercio internacional, importadoras fantasmas, IFE
que no ve los delitos financiero-electorales del PRI, TRIFE que se niega a
observar indicios con natural delictivo, y no le sigo porque la lista de
delitos priistas contra la nación que permanecen impunes es larga y abultada. Debes
recordar incluso que, por aquel entonces, tu mismo partido, asfixiado ya por
las evidencias que fluían a borbotones, debió reconocer por momentos que
existió compra de votos, pero que se disculpó atravesando argumentos absurdos como
el siguiente:
- En la privacidad del acto del
voto es imposible determinar si hubo coacción o no porque no sabemos si el
elector comprado por nosotros finalmente siguió su voluntad o si se constriño a
la exigencia implicada en nuestra compra de su libertad.
Es decir, se reconoce el móvil
del delito, pero la consecuencia se deja en el limbo de la indeterminación. Te
confieso que me daba risa esta argumentación de tu partido porque me retraía a
la curiosa paradoja del gato de Schrödinger.
Cierto, David, y por mucho que te
pese: A la enorme mayoría de mexicanos nos quedó claro que ustedes ganaron la
elección presidencial con una estrategia de compra masiva de votos entre los
millones de mexicanos miserables apremiados por el hambre y la necesidad. Por
si fuera poco, añade a esto la inmoralidad de pervertir la verdad en torno a
las preferencias electorales a través de encuestas a modo para favorecer a EPN.
Este asunto está tan demostrado que uno de sus socios en el atraco a la verdad
y a la libertad, Ciro Gómez Leyva, hubo de disculparse públicamente por lo
inaudito: Cometer 102 veces el mismo error, con los mismos porcentajes y con el
mismo nivel de confianza. Y vaya que, pese a eso, por casi nada pierden la
elección con AMLO. Situación embarazosa para ustedes toda vez que se trató de
la lucha de un partido colosal, impulsado con toda clase de apoyos financieros
e institucionales ilegales, contra un solo hombre.
¿Te parece que estas faltas
cumplen con el criterio de justicia en las relaciones políticas entre los
mexicanos sobre la que se funda la democracia? Si me dices que sí, entonces estamos
en la Wonderland de Lewis Carroll, donde tú eres la reina y los mexicanos
Alicia.
¿"Representación
popular"?:
Debes saber, David, que desde que
Charles de Secondat, Montesquieu, nos recató del pensamiento político antiguo,
damos por cierto que la libertad y el bienestar de los ciudadanos no están
garantizados por la forma de gobierno de un Estado, y esto incluye a la democracia
representativa en la que vivimos. En el caso de la democracia representativa,
la libertad y el bienestar de los ciudadanos están determinados por la participación
que los gestores del Estado - los políticos - otorgan en los hechos a los
ciudadanos en la formación de la voluntad del Estado mismo; y con esto de la
"participación" me refiero a la disposición, la rapidez y la eficacia
con que los gestores del Estado escuchan y acatan la voluntad de los ciudadanos
a fin de diseñar y rectificar las políticas que dan lugar a la voluntad del
Estado. Hasta aquí, creo que ya debe quedarte claro que, en una democracia
representativa, no se elige al político para que gobierne o legisle desde su
deseo arbitrario, lo cual nos acercaría a un despotismo, sino desde el consenso
con sus representados. Y este consenso mana, ya bien durante la campaña
electoral, o ya bien durante el desarrollo del proceso de gobierno.
No basta, pues, que afirmes con
tu retórica que ustedes representan a la soberanía - el pueblo -. Necesitas
demostrar que así es en los hechos. Pero el saldo no es bueno para ustedes. Como
dijimos, ya hay sospechas amplias de que se han robado la elección presidencial
con compra masiva de votos. Y ahora te voy a demostrar que, en el caso de la
reforma energética, tú y el resto de los legisladores adherentes a la reforma
energética, antes que representar a la soberanía, al pueblo, solo representan a
su soberana y muy arbitraria voluntad personal.
Sabemos que ustedes, los priistas,
se empeñan en tratar de dar legitimidad a su propuesta de reforma energética
arguyendo que tiene el consenso de la mayoría de los mexicanos. Para ello se
valen de dos cosas: Primera, afirman que, como la reforma fue planteada al
electorado en campaña, luego los que votaron a favor de ustedes están de
acuerdo con la dichosa reforma. Segundo, como suman mayoría camaral entre los
partidos que apoyan a la reforma energética - PRI, PAN y otros enanos -, luego,
para ustedes, ya hay consenso de la mayoría de los mexicanos puesto que los
legisladores son sus representantes.
Para empezar, David, no mezcles
las paridas con las preñadas. El que un mexicano haya dado el voto a EPN no
significa que en todo esté de acuerdo con EPN. Muchos de esos mexicanos bien no
pudieron estar de acuerdo con la reforma energética y, no obstante ello,
votaron por EPN en atención a otras cosas. Lo mismo aplica a los otros partidos
que apoyan la reforma energética. Y si no tienen ustedes ni idea aproximada en
torno a cuántos mexicanos que votaron por ustedes no están al mismo tiempo de
acuerdo con la reforma energética, te pregunto algo: ¿Cómo estás tan cierto de
que representan a la voluntad de la mayoría en este asunto de la reforma
energética?...Te aseguro que no tienes ni idea de las cifras implicadas en la
realidad, y de ahí es que tu discurso solo pueda ser tomado como simple
retórica persuasiva, sin fundamento objetivo. Pero hay más.
Sabes, David, que esto que
afirman ustedes en torno a que sí plantearon la reforma energética en campaña
es una burda y vulgar mentira. Lo cierto es que, en ese tiempo, y desde antes
de la campaña, tu partido se dedicó a poner en acto un juego de la doble verdad
en este punto: Un discurso para los mexicanos y un discurso para los clientes
potenciales en la venta de PEMEX - capital privado, Barack Obama y demás
presidentes de los países del primer mundo -. En cuanto al discurso para los
mexicanos, sabemos que se limitaron a dorar la píldora con la palabra
"modernización", una palabra vacía que siempre se prestó a múltiples
interpretaciones y equívocos en tanto ustedes jamás la dotaron de contenido
concreto precisamente para lograr la indefinición con sus ambiguedades y
equívocos consecuentes. Por el contrario, sabes que el discurso priista para
los clientes potenciales en la venta de PEMEX sí que siempre fue concreto y muy
claro: Expropiar un porcentaje significativo de la renta petrolera de los
mexicanos a favor del capital privado y sin indemnización a los afectados, los mexicanos.
No estoy especulando en esto. La confirmación
de este tramposo juego de la doble verdad lo da la misma actitud de los priistas
y sus medios afines cuando atacaban a AMLO cada vez que éste adelantaba
vísperas sobre el contenido de la dichosa reforma energética para criticarla en
los tiempos en que la misma no era todavía presentada oficialmente por EPN. Si haces
memoria, David, recordarás con claridad que ustedes espetaban algo como lo siguiente
en esos lances:
- AMLO actúa de manera ilegítima.
Sin conocer todavía los contenidos de la reforma energética del PRI, o sin
conocer los contenidos concretos de la "modernización" que buscamos,
ignorancia en la que estamos todos los mexicanos, ¡ ya la está atacando !...¡
Esperemos a que nazca el niño !
¿Recuerdas eso, David? Así que ya
puedes constatar que aquí hay una flagrante inconsecuencia en ustedes: Cuando
se trata de dar legitimidad de consenso a la reforma, ustedes dicen que todos
los mexicanos conocieron el contenido concreto de la reforma desde la campaña; pero
cuando se trataba de atacar a AMLO, dicen la verdad, la que todos conocemos: Que
nadie conocía dicho contenido concreto. El caso es que la inconsecuencia nos
pone en evidencia palmaria, indiscutible, lo que ya todos sabemos: Los priistas
jamás consensaron esto de la reforma energética con los mexicanos en campaña;
se dedicaron a ocultar la verdad con la palabreja famosa:
"Modernización". Y lo cierto es que el contenido concreto y real de
la palabra "modernización" en la reforma energética del PRI solo se
nos confesó a los mexicanos hasta que EPN anunció oficialmente su propuesta de
reforma energética para mandarla a las cámaras.
Con lo dicho hasta aquí, David, está
demostrado que, al menos en este caso de la reforma energética, ustedes no representan
a la voluntad de la mayoría de los mexicanos porque no cumplieron con las
condiciones que garantizan la libertad y el bienestar de los ciudadanos en una
democracia representativa por dos causas: Primera, porque jamás participaron
información alguna a los ciudadanos en torno a su pretendida reforma energética
durante las campañas. Segunda, porque no han rectificado en esto pese a saber
que la mayoría de los mexicanos no está de acuerdo con la misma. Y lejos de
rectificar, y bien lo sabes, EPN se ha decantado por la vía autoritaria para
sepultar a la democracia: Afirmar públicamente y sin ambages que no gobierna
para la opinión de las mayorías, sino para su muy arbitraria opinión en torno a
lo que más nos conviene a todos, tal como si estuviéramos en minoría de edad en
razón y bajo su tutela.
¿Cómo llamas a esto: Democracia o
despotismo? Pero para responder a esto, te pido que pienses como político
moderno; es decir, que no te refugies en la forma de gobierno que en teoría
tenemos y que apeles a los hechos, a la evidencia factual.
Luego dices más adelante lo
siguiente: "Me parece que las premisas con las que ayer habló - AMLO - del
tema petrolero no tienen sustento". Y añades: Son "grandes
mentiras", y en su oportunidad, cuando la reforma energética sea
discutida, va a quedar demostrado que lo que AMLO dice "no es
cierto".
No es necesario esperar a la
discusión en las cámaras que, para efectos prácticos, es inútil. Te adelanto de
una buena vez la verdad: Los que emiten falsedades en este asunto de la reforma
energética son ustedes, priistas y panistas. Y no voy a gastar más letras en
demostrar eso en este documento. Si es de tu interés, te invito a que te eches
un clavado en el último artículo que publiqué en este diario, titulado "Reforma
energética y el injusto Enrique Krauze" ( Ver enlace 3 al pie de página )
Ahí encontrarás un compendio muy sintético de refutaciones a los argumentos que
el priismo ha venido propalando en torno a este asunto desde tiempo atrás.
Afortunadamente, Krauze hizo en el New york Times y en Reforma una defensa
heroica de los posicionamientos de tu partido en el tema y me dio ocasión para
hacer esa síntesis crítica que espero sea de utilidad para ustedes a fin de
esclarecer con propiedad sus falsedades en el tema.
No he dejado de advertir que, en
tu discurso de Tula, vuelves a la pretensión manifiesta de dejar la percepción
de fatalidad en tu auditorio. En otras palabras, buscas dejar en tu auditorio
la idea de que si las reformas de EPN no se aprueban, luego todos nos hundimos.
Y vaya de muestra algo de lo que dijiste ahí, en esa ocasión: “Necesitamos de
estas contundentes y necesarias reformas para caminar hacia un desarrollo
económico que sea sustentable y seguro para nuestros hijos y las generaciones
venideras...México ya no puede esperar más, se necesitan cambios que nos den
otra condición de vida..."
¿"Necesitamos",
"México ya no puede esperar más"?...¿Lo ves? Y si ya lo ves, te
pregunto algo, David: ¿Qué pasa si las cosas no suceden como tú esperas, acaso
todos vamos al abismo? ¿Podrías demostrarnos objetivamente esta condición de
fatalidad que, en tu opinión, nos embarga? Sé que no vas a poder demostrar la
fatalidad objetivamente - positiva y empíricamente - por la simple y sencilla
razón de que dicha fatalidad solo existe en tus deseos más vehementes. Pero te
ahorro el trabajo de investigación porque enseguida voy a demostrarte que,
lejos de estar México frente a una fatalidad, en este asunto estamos ante una
gama respetable de posibilidades que dependen de nuestra voluntad política para
su realización. Para esto, te refiero a otro artículo que recién publiqué en
este diario, titulado "A EPN: Cómo crecer sin explotar y expropiar a los
mexicanos" ( Ver enlace 4 al pie de página )
En ese artículo, David, podrás
ver que, además del modelo de crecimiento de EPN, existe por lo menos una
alternativa para el crecimiento económico que se funda en el estímulo al gasto
de las familia. También podrás constatar que las virtudes de esta alternativa
son múltiples y le dotan de mayor poder para el crecimiento en comparación al
modelo que ustedes proponen. Entre esas virtudes, David, destacan las
siguientes: No implica más sacrificios para los mexicanos - ustedes sí proponen
más sacrificios -; se enfoca en el estímulo al gasto de las familias como
principio - ustedes, como siempre, en el estímulo a la inversión, al capital
privado, a los ricos -; nos libera de la supuesta "necesidad" de
expropiar o privatizar la renta petrolera - ustedes exigen privatizar la renta
petrolera para estimular a la inversión -; y, sobre todo, establece la justicia
en las relaciones económicas de los mexicanos - ustedes ahondan la injusticia
y, por ello, proponen un modelo por y para la injusticia -.
Para esto, David, para estimular
el gasto de las familias como principio de disparo del crecimiento, se necesita
antes una política pública que permita dos cosas como principios, que son las
que estimularían el gasto de las familias: Primera, frenar la precarización del
salario mínimo y el trabajo que han impuesto el capital privado y tu partido
desde 1976 por la vía de los decretos, y que ha implicado transferencias
ilegítimas de ingreso desde el trabajo al capital. Segunda, restituir el poder
de compra del salario mínimo que se ha escamoteado a los trabajadores durante
ese proceso de precarización.
Sinceramente, no le veo mayor
problema para que ustedes implementen esto. Por un lado, yo no creo que PRI y
PAN estén sometidos a la voluntad de los grandes grupos de capital privado, de
tal forma que es fácil para ustedes meterlos a la justicia a fin de que
devuelvan todo lo que le han robado al trabajo, y así tiren de coces. Por otro
lado, remediar ese problema de precarización y explotación del trabajo es una
obligación de primer orden para ustedes en tanto la más importante
responsabilidad de un político es establecer el reino de la justicia en las
relaciones sociales, políticas y económicas entre los ciudadanos. Y como tú y
los demás de tus compañeros son políticos, ¿qué impide que remedien este problema?
Pero si no luchas por esto pudiendo hacerlo, no solo estarás negando tu
condición de político, sino que, además, estarás incurriendo en una grave falta
moral. En efecto, si tú no haces nada para remediar esa demostrada
precarización y explotación del trabajo de los mexicanos estarás aceptando esto
como un hecho consumado, pese a toda su inmoralidad porque se trata de un robo
institucionalizado, y pasando por alto el deber ser, el imperativo de la razón.
Por cierto, en este momento
recuerdo que tú has hablado del "deber ser" en tu discurso contra
AMLO. Y como ya estás por propia boca en ese palenque del querer de la voluntad
y que tanto nos hace crujir quijadas y sudar sangre, te hago la siguiente
pregunta:
¿Puedes decirme cómo se concilian
el respeto absoluto a la libertad y a la dignidad de las personas con el hecho
demostrado de que ustedes, los priistas, han tratado a los ciudadanos como
medios, como cosas útiles, como mercancías con precio, no como seres humanos
con libertad y dignidad, cuando compran su voto, cuando les mienten, y cuando
permiten su precarización y explotación?
Como sé que nunca encontrarás una
respuesta a este pregunta que al mismo tiempo sea satisfactoria para los
intereses que te mueven a ti y a los demás priistas y panistas en el negocio de
la política, dejo el tema, lo doy por concluido, y paso a lo siguiente para
cerrar mi carta.
No dejo de reconocer que ustedes
obran con gran astucia cuando compra la voluntad de los mexicanos miserables. Desde
luego que eso de valerse del hambre de los pobres para comprar su libertad y
dignidad es una jugada efectivísima. Tan efectiva, que el mismo Dostoievski nos
habló de ello en su novela Hermanos Karamazov. Sí, hay ahí un pasaje donde el
Gran Inquisidor le reclama a Cristo en el calabozo por su error de privilegiar
a la libertad del hombre por sobre cualquier cosa. Y el Gran Inquisidor le dice
lo siguiente a Él, emulando a los priistas:
- No existe ninguna ciencia que
les dé - a los hombres débiles de espíritu - pan mientras permanezcan libres;
por eso acabarán por poner su libertad a nuestros pies diciendo: “Hacednos
vuestros esclavos, pero dadnos de comer.” Habrán comprendido al fin que la
libertad no se puede conciliar con el pan de la tierra..."
Soy un mexicano ordinario, David.
Escribo aquí desde tiempo ha, no por un salario, sino por el simple interés de
ayudar a mi país a encontrar la felicidad que ustedes obstruyen. Y por lo que a
mí respecta, te comunico que ni tú ni todos aquellos legisladores que se
adhieren a las injusticias de tu partido me representan. No les reconozco
legitimidad alguna en tanto mienten y asumen a los mexicanos como cosas, como
medios para sus fines egoístas.
Nos vemos en el cerco a tu
fortaleza de falsedad, David.
Puede leer este artículo también en el diario digital mexicano SDP, donde regularmente publico los trabajos o artículos que usted ve en el acervo de este blog.
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