Obamagate: los demócratas de Barack Obama en pánico total por el #releaseTheMemo.


Como ya dije en mis anteriores artículos de esta saga "Obamagate", el 29 de enero de 2018 el Comité de Intel de la House votó a favor de desclasificar y publicar el memo FISA que presuntamente contiene las pruebas documentales en torno a que Barack Obama corrompió y politizó su aparato de justicia - FBI y Departamento de Justicia - con móviles político-electorales durante y después de las elecciones de 2016. Dicha torcedura del gobierno de Obama estaba apuntada a poner por encima de las leyes a Hillary Clinton en el caso de los mails, así como a criminalizar artificialmente al candidato republicano y luego Presidente de los EUA, Donald Trump, en el caso de la desacreditada colusión Rusia-Trump. Abajo le dejo al lector enlaces a los anteriores artículos de esta saga Obamagate por si desea consultar detalles o antecedentes.

Desde días antes de esa decisión del Comité de Intel algunos congresistas republicanos estuvieron lanzando declaraciones hacia los medios sobre la gravedad del contenido del memo FISA, donde la más ilustrativa, en mi opinión, fue en el sentido de que las acciones irregulares del aparato de justicia de Obama constituyeron una grave amenaza a la democracia norteamericana. Naturalmente, en cuanto los ciudadanos ordinarios se enteraron de este memo FISA y su presunto contenido empezaron a demandar la publicación del mismo sin censura, y así persisten hasta el momento. Los ciudadanos quieren conocer los nombres de los implicados en este problema, que son en su mayoría funcionarios heredados del gobierno de Barack Obama. La demanda contagió a la mayoría del pueblo norteamericano, y desde entonces existe un hashtag muy nutrido titulado: #releaseTheMemo.

El memo FISA ya está desde el martes pasado en la Oficina Oval en espera de la aprobación del presidente Trump. Está por cumplir el tiempo límite que debe permanecer ahí, que son cinco días. De acuerdo a fuentes de la Casa Blanca el documento podría enviarse hoy viernes de vuelta al Comité de Intel de la House para que finalmente lo publiquen los representantes. Pero lo que me interesa abordar en este artículo es la pésima, ruinosa y hasta ridícula reacción que han presentado los implicados como culpables. Para esto, haré una reseña de las reacciones más salientes y al final ofreceré mi juicio sobre este tema.

El 19 de enero de 2018 el representante demócrata Adam Schiff, quien es miembro del Comité de Intel de la House, se presenta en CNN para afirmar que los demócratas se oponen a la publicación del memo FISA porque su contenido era muy engañoso por un sesgo partidista de los republicanos apuntado a deslegitimizar al FBI en sus investigaciones sobre la desacreditada colusión Rusia-Trump. Al día siguiente Schiff se vuelve a presentar en CNN donde reafirma lo que dijo el día anterior, pero agrega lo siguiente. Que los republicanos del Comité de Intel estaban conspirando con hackers rusos para impulsar la publicación del memo FISA. Luego, y a pregunta del entrevistador en el sentido de por qué mejor no permitir la publicación para que el pueblo decida si es verdad o mentira, Schiff afirma que los ciudadanos serían engañados porque no tendrían a la vista los documentos subyacentes para poder probar el sesgo republicano en dicho documento.

El 23 de enero de 2018 el representante Adam Schiff y la senadora Diane Feinstein, ambos demócratas, solicitan por oficio a Twitter y Facebook que realicen una investigación forense para probar la interferencia de hackers rusos en el hashtag #releaseTheMemo. Al día siguiente Adam Schiff anuncia que los demócratas del Comité de Intel de la House elaborarán su propio memo FISA que, a su decir, contiene la verdad y demostrará el sesgo republicano. Vuelve a afirmar que su oposición a la publicación del memo FISA se debe al peligro que representa para la seguridad nacional. Y busca un efecto de persuasión apelando de nuevo a los hackers rusos. Sin embargo, ese mismo día Twitter anuncia que no había encontrado evidencias de hackers rusos operando en el hashtag mencionado.

El 24 de enero el Departamento de Justicia envía oficio al Comité de Intel de la House pidiéndole que les permita revisar el contenido del memo antes de ser publicado a fin de cerciorarse de que no contenga información clasificada que pudiera poner en riesgo la seguridad nacional, y porque consideran que ciertas afirmaciones del documento son infundadas.

El 28 de enero la Casa Blanca adelanta que está en completa disposición de permitir la publicación del memo FISA. Inmediatamente después, el representante demócrata Adam Schiff se pone a tuitear un artículo que publica ese mismo día el Washington Post, y donde se afirma que hay un choque entre Donald Trump y el Departamento de Justicia en torno a la publicación del memo FISA. El mensaje de Schiff en Twitter usa esa publicación para, según él, demostrar que Donald Trump privilegia sus intereses políticos antes que la seguridad nacional. Se le olvidó que los acusados son el FBI y el Departamento de Justicia.

Como ya dije arriba, el 29 de enero de 2018 el Comité de Intel vota a favor de desclasificar y publicar el memo FISA. Ese mismo día, al salir de la reunión del Comité de Intel, Adam Schiff da una rueda de prensa y anuncia lo siguiente. El Comité había votado en contra de su moción para no publicar el memo FISA y contra la desclasificación y publicación de la contrapropuesta de memo de los demócratas. Asimismo, declaró que el Comité de Intel está abriendo una investigación contra el FBI y el Departamento de Justicia. Sin embargo, lo que Adam Schiff le ocultó a los medios fue que la mayoría del Comité votó abajo la contrapropuesta de memo de los demócratas porque nunca accedieron a que el contenido de la misma fuera revisado por todos antes de ser votada. Es decir, Adam Schiff deseaba el voto favorable de los republicanos sin que supieran qué diablos estaban votando. Esa trampa de Adam Schiff fue expuesta por una declaración documentada en minutas por los mismos republicanos del Comité de Intel. Ese mismo día el demócrata Frank Figliuzzi declara en NBC que presentará cargos contra el representante republicano Devin Nunes si se atreve a publicar el memo FISA, y donde sus argumentos son exactamente los mismos que los de Adam Schiff: sesgo republicano, hackers rusos, seguridad nacional y bla, bla.

El mismo 29 de enero Adam Schiff dice en Twitter lo siguiente: "El mismo presidente que criticó duramente a Clinton después de que el FBI descubriera que su gestión de información clasificada era "extremadamente descuidada", ahora insta a que se divulgue información clasificada que el Departamento de Justicia ha calificado de "extraordinariamente imprudente". Es consecuente con sus propios intereses".

El 30 de enero el programa "Morning Joe" de NBC plantea la siguiente cuestión en sus debates para torpes: el representante republicano Devin Nunes, presidente del Comité de Intel de la House ¿es un agente ruso encubierto? Por su parte, el líder de la mayoría republicana en la House, Paul Ryan, declara que apoya la publicación del memo FISA y que hay evidencias de acciones delictivas por parte de algunos funcionarios de la justicia durante y después de las elecciones del 2016. Asimismo, ese día se revela que dos funcionarios del FBI habían revisado el memo FISA el domingo anterior y no habían encontrado errores en el contenido del mismo.

El mismo 30 de enero el diario The Daily Beast - falsimedia - publica un artículo donde sugiere que Nunes está manipulado por la Casa Blanca. Dice lo siguiente a la entrada de su artículo: "El presidente republicano del Comité de Intel de la House se negó a responder cuando un colega - el demócrata Mike Quigley - le pregunto si había coordinado su memo FISA incendiario con la Casa Blanca". Al día siguiente, 31 de enero, se publica la transcripción completa de la reunión del Comité de Intel donde se votó la publicación del memo FISA, y se demuestra que Nunes sí respondió a la pregunta y con un "No". Por su parte, el senador demócrata Cory Booker declara que la desclasificación y publicación del memo FISA es un acto de traición a los EUA.

El 31 de enero, un día después del discurso de Donald Trump en el Congreso, el FBI publica un oficio donde externa su preocupación con el memo FISA. Señala que el Comité de Intel le dio poco tiempo para revisar el memo al director, Christopher Wray - lo cual ocurrió el domingo 28 de enero -, y que existen algunas omisiones que afectan la exactitud del documento. Inmediatamente después de este anuncio del FBI, Adam Schiff vuelve a la carga en Twitter, y dice: "El FBI confirma que el memo FISA contiene omisiones de hecho que le restan exactitud. Nunes usó el memo para engañar a la House. ¿Ahora el presidente lo usará para engañar al país?"

La respuesta de Devin Nunes, presidente del Comité de Intel, a las objeciones públicas del FBI al memo FISA fue devastadora. En lo esencial, Nunes dijo lo siguiente. Que no le extrañaba que el FBI lanzara falsas objeciones al memo FISA para tratar de evitar que el pueblo conozca su contenido, toda vez que el mismo FBI se había negado durante casi un año a proporcionar información del tema al Comité de Intel - cierto, lo dije en mis anteriores artículos -. Que a pesar de todo, seguía estando claro que algunos funcionarios de alto nivel en la justicia usaron información no verificada para gestionar investigaciones de contrainteligencia durante y después de la campaña de 2016. Y finalmente, que el Congreso procedería a corregir esa corrupción y politización una vez que salga la verdad a la luz pública.

El 31 de enero también se da a conocer que el fiscal especial para el caso Rusia-Trump, Robert Mueller, había solicitado a la corte la suspensión de la sentencia contra el general Michael Flynn. La razón de Mueller es: "Debido al estado de la investigación del abogado especial, las partes no creen que este asunto esté listo para ser programado para una audiencia de sentencia en este momento ". Evidentemente, Robert Mueller solicitó la suspensión porque ya ve la tormenta cerca y no quiere incurrir en un delito más: cargar a un inocente valiéndose de una investigación falsa. Y ese mismo día se revela que el director del FBI, Christopher Wray, Jeff Sessions y Rod Rosenstein - Procurador y Subprocurador de Justicia - seguían realizando gestiones en la Casa Blanca para evitar la publicación del memo FISA.

Ese mismo 31 de enero CNN, la madre de todas las falsimedias, lanza otra Fake News. Esta vez CNN afirma que, durante una entrevista privada, Donald Trump le preguntó a Rosenstein, Subprocurador de Justicia, que si era parte del equipo. Según CNN, la respuesta de Rosenstein fue: "Por supuesto, estamos en su equipo, señor Presidente." Advierto al lector de dos cosas antes de seguir. CNN lanza esto poco después de que el New York Times revelara que Trump había decidido correr meses antes a Robert Mueller, fiscal especial del caso Rusia-Trump. Así pues, es evidente que CNN lanza esta Fake News para tratar de hacer creer al público que Trump está tratando de obstruir la justicia de nueva cuenta, como lo hicieron meses antes en el caso de Comey y Michael Flynn. Sin embargo, una vez que contextualizamos bien este asunto de Rosenstein, esa pregunta de Trump tiene otro sentido. Veamos eso enseguida.

Ocurre que esa reunión privada entre Rosenstein y Trump se da con ocasión de que el primero estaba bajo intensa presión del Comité de Intel de la House para que entregara la información sobre el caso Rusia-Trump que le habían estado solicitando durante casi un año. Rosenstein se estuvo evadiendo durante ese tiempo hasta que fue emplazado por Devin Nunes, el presidente del Comité, a entregar a más tardar el día 3 de enero de 2018 y bajo amenaza de ser puesto en desacato al Congreso si no cumplía. Así que Rosenstein acudió a Trump para pedirle que parara la presión del Comité de Intel, pero no lo logró. A la postre, la amenaza de Nunes funcionó, y Rosenstein entregó la información. Y aquí van dos datos impotantes. Primero, esa información que entregó Rosenstein al Comité fue la que llevó en pocos días al memo FISA. Segundo, Rosenstein fue quien designó a Robert Mueller como fiscal especial del caso Rusia Trump en mayo de 2017. Así pues, la pregunta de Donald Trump a Rosenstein no era un intento de obstrucción de la justicia, sino un intento del presidente por hacerle ver a Rosenstein que, con su resistencia al Comité, daba indicios de estar en la conspiración que ya se está poniendo al descubierto en esos tiempos. Si el lector quiere mayor detalle de este caso particular de Rosenstein, puede acudir a mi segundo artículo en la saga Obamagate.

Bien, volviendo a la ruta, ocurre que el mismo 31 de enero vuelve a la carga el representante demócrata Adam Schiff. En esta ocasión expresa lo siguiente en Twitter: " Breaking: descubrimos a última hora de esta noche que el presidente Nunes hizo cambios factuales en el memo que envió a la Casa Blanca, cambios no aprobados por el Comité. Por lo tanto, la Casa Blanca revisa un documento que el Comité no ha aprobado para su publicación". Pero de inmediato el Comité de Intel le responde a Adam Schiff diciendo que sólo se hicieron ediciones al texto por correcciones gramaticales menores y por dos ediciones menores requeridas por el FBI y por la misma minoría demócrata del Comité. Recuerde el lector que, hasta este momento, el memo FISA ya había sido revisado el 28 de enero por el director del FBI, Christopher Wray, y otros siete funcionarios del FBI entre el 29 y el 30 de enero.

El mismo día, 31 de enero, el representante demócrata Adam Schiff juega lo que parece ser su última carta en este proceso lanzando un artículo de su hechura en el Washington Post donde afirma que la publicación del memo FISA, además de poner en riesgo la seguridad nacional, ocasionará una crisis constitucional y otra "Masacre del sábado por la noche". Con esa masacre se refiere a la orden del expresidente Nixon de despedir al fiscal especial del caso Watergate, que ocasionó el despido del Procurador y Subprocurador de Justicia de aquel entonces. Sin embargo, Adam Schiff mintió otra vez puesto que congresistas y funcionarios de justicia habían revisado ese memo y no han encontrado errores factuales o que revele fuentes y métodos de inteligencia de los EUA. Lo más importante de ese artículo de Schiff es que nos adelanta ya lo que seguramente será el argumento principal de defensa de los demócratas y la falsimedia una vez que el memo FISA sea publicado: que el memo es un engaño republicano para inventar una falsa narrativa sobre una camarilla de altos funcionarios del aparato de justicia conspirando contra el presidente Donald Trump.

El día de ayer, 1 de febrero, y luego de los reiterados y fallidos intentos de Adam Schiff por bloquear la publicación del memo FISA, surge un hashtag líder en Twitter: #FullOfSchiff, o lleno de... Por su parte, el primer exProcurador de Justicia de Obama, Eric Holder, expresa lo siguiente en Twitter: "La gente debe entender lo que está en juego con la publicación del memo falso y artificial de Nunes. Utiliza material normalmente protegido y pone en riesgo nuestras capacidades inteligentes para desbaratar una investigación criminal legítima. Esto es inaudito, es peligroso y es irresponsable." Desde luego que se entiende la preocupación de Eric si tomamos en consideración algo que comente en mis anteriores artículos en esta saga: que el memo FISA puede detonar un efecto dominó con otros problemas que están en la agenda del Congreso, y donde Eric podría salir implicado, como Uranium One y "Rápido y Furioso" - o la venta de armas al narcotráfico -.

Ayer mismo la líder de la minoría demócrata en la House, Nancy Pelosi, envió un oficio al líder de la mayoría republicana en la House, Paul Ryan, para demandarle la renuncia del representante Devin Nunes por haber politizado y alterado en secreto el memo FISA. Pero ya vimos arriba que fue una acusación falsa de Schiff. A su vez, el Director del FBI y el Departamento de Justicia seguían insistiendo en la necesidad de censurar todos los nombres de los funcionarios implicados en el memo FISA. Luego vuelve a la carga CNN con otra Fake News donde afirma que el director del FBI, Christopher Wray, renunciará a su cargo si el memo FISA es publicado. Sin embargo, pocos momentos después la cadena NBC dice que Wray no tiene intención de renunciar si el memo es publicado.

Esta historia se cierra ayer, 1 de febrero, cuando la Casa Blanca declara que el presidente Trump ha autorizado el memo FISA y que lo enviará sin censuras al Comité de Intel de la House para que ese organismo congresional publique el documento. Se cree que puede ser publicado hoy viernes.

Conclusiones:

Como siempre, dejo al lector en libertad de emitir su veredicto en este asunto. Por lo que a mí respecta, me queda perfectamente claro que todos los agentes implicados en la parte culpable están buscando bloquear la publicación de ese documento a como dé lugar sólo porque no desean que sus delitos sean expuestos a la vista de los ciudadanos ordinarios. Con "agentes implicados" me refiero a políticos demócratas, funcionarios de alto nivel del aparato de justicia y algunos medios de información. Su impotencia para lograr eso los ha llevado gradualmente a una situación de pánico total por las consecuencias que podrían venir, no contra el país, como arguyen, sino contra ellos. Pero en ese estado de pánico total están acudiendo a reacciones emocionales completamente desordenadas: inferiores e irracionales, buscando una fuga en la forma de soluciones subrogadas, pero que no van a resolver su problema. Están descalabrados, casi a punto de desmayarse. Y tan desordenadas sus reacciones, que terminan rayando en lo absurdo, ridículo y hasta lo cómico. Para este efecto, basta recordar la delirante persistencia de Schiff con la torpe narrativa de los hackers rusos en Twitter, o la sugerencia de que el republicano Devin Nunes sea un agente ruso encubierto, o la petición de los sospechosos, los que están bajo la investigación del Congreso - funcionarios del FBI y el Departamento de Justicia -, para que les den permiso de dar su visto bueno a las pruebas que obran contra ellos mismos.

Y vaya que tienen razones de sobra para estar en ese estado de pánico total. Tome en cuenta el lector que los indicios apuntan a una conspiración para destituir al Presidente legítima y democráticamente electo de los EUA, algo que constituye una grave amenaza a la democracia norteamericana. Esto pone en riesgo el futuro del ya de por sí ruinoso Partido Demócrata. Se trata de delitos muy graves. En EUA, la condición de conspirador y traidor pone a los delincuentes en la más baja categoría de los felones, aún por abajo de los asesinos y violadores.

Para cerrar, debe aclararse que no es la primera vez que el demócrata Adam Schiff se aplica en sus torpes astucias para ocultar la verdad al pueblo norteamericano. Vayamos al pasado un momento. Devin Nunes declaró en marzo de 2017 que el gobierno de Barack Obama había estado desbloqueando ilegalmente información de inteligencia FISA-702 de la NSA referente a Donald Trump y sus asociados para usarla con móviles electorales. A raíz de esto, Adam Schiff deslizó una demanda de investigación contra Nunes en el Comité de Ética de la House. Por supuesto que, con esto, Adam Schiff logró paralizar las investigaciones de Nunes en el teatro de la colusión Rusia-Trump durante ocho meses, puesto que dicho Comité desestimó la denuncia contra Nunes sólo hasta el día 8 de diciembre de 2017. Sin embargo, días después de que Nunes declaró aquellas irregularidades en marzo del 2017, se empezó a revelar la frecuente y frenética actividad de algunos funcionarios de Barack Obama en ese delito que Nunes denunció en marzo de 2017. En efecto, hablo de Susan Rice, Samantha Power y Ben Rhodes. Es decir, la acusación de Schiff era una mentira y Nunes tenía razón en lo que dijo en ese entonces. Y si alguna duda queda sobre esto, en cuestión de horas esa verdad saldrá a la vista con la publicación del memo FISA.

Notas de pie:

Enlace a mi primer artículo de la saga "Obamagate": " Obamagate: ¿Van a prisión Barack Obama, Hillary Clinton y otros demócratas?"

Enlace a mi segundo artículo de la saga "Obamagate": " Obamagate: ¿El FBI de Barack Obama conspiró contra Donald Trump?"

Enlace a mi tercer artículo de la saga "Obamagate": "Obamagate: ¿qué hay en el explosivo memo FISA sobre el espionaje de Barack Obama?"

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