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Imagen By Eneas De Troya |
Nota aclaratoria: Este artículo lo publiqué el 18 de junio de 2024 en el diario digital SDP, justo el día en que estas encuestas fueron publicadas. Es por esto que el texto hace referencia al hecho ocurrido ese mismo día.
Hace unas horas la presidenta electa de México, la señora Claudia Sheinbaum, anunció los resultados de las encuestas sobre la Reforma Judicial. Desconozco hasta este momento quién o quiénes ordenaron esas encuestas, pero para mis efectos eso es irrelevante. Lo importante es la existencia de potenciales y graves sesgos en el diseño de esas encuestas.
Por muchos años me he dedicado profesionalmente a los
estudios científicos cuantitativos, campo al que pertenecen los estudios de
comportamientos humanos agregados por muestreo probabilístico, vulgo encuestas
de opinión y percepciones. Y en base a mis conocimientos y experiencia sobre
cómo deben diseñarse esos estudios por muestreo, creo que hay sesgos graves en
el diseño de estas encuestas que tienden con alta probabilidad a favorecer la
realización de una reforma judicial. Enseguida explico esos sesgos tomando como
base de mis juicios las encuestas de De Las Heras y Enkoll. Afortunadamente,
las dos encuestas son exactamente iguales en preguntas o reactivos.
A primera vista, la metodología de las encuestas no tiene
problemas si supongo que es verdad lo que publican en su apartado de metodología.
Ahí todo parece correr conforme a los estándares de un estudio ordinario de
opinión pública. Los problemas empiezan con las primeras dos preguntas.
La primera pregunta es la siguiente: “El presidente Andrés
Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum están proponiendo
una reforma al poder judicial. Antes de que yo se lo mencionara, ¿usted estaba
enterado de esto o no?
En el caso de De Las Heras solo el 51% está enterado y el 49%
no estaba enterado. En el caso de la encuesta de Enkoll el 54% no estaba enterado
y el 45% sí estaba enterado.
Técnicamente, esa pregunta es discriminante, o sea, separa a
la muestra en grupos, en este caso en dos grupos: los que saben de la
existencia del tema de la reforma y lo que no saben de la existencia del tema. Así
pues, las preguntas referentes a la reforma judicial deben aplicar solo al porcentaje
de entrevistados que dijeron estar enterados del tema. Esto debe ser así por
una exigencia cognitiva, en tanto nadie puede opinar de lo que no sabe nada. Sin
embargo, estas encuestas pasaron por encima de esa exigencia y preguntaron de
la reforma a los que no saben de la existencia del tema. Ahí tenemos el primer
error y sesgo
El resultado de este sesgo es que aproximadamente la mitad de
los que apoyan la reforma lo están haciendo bajo una condición de total ignorancia,
lo cual hace el resultado poco confiable en cuanto a su posible verdad y
eficacia.
Lo más grave viene enseguida, con la segunda pregunta, que
reza lo siguiente: “Por lo que usted sabe o ha escuchado, ¿qué tanta corrupción
existe en el Poder Judicial?”
Pues bien, esa pregunta está predisponiendo emocional y
activamente a los entrevistados a la opinión de que el poder judicial es
corrupto, y esto va a generar una respuesta muy favorable para la realización
de la reforma judicial en las siguientes preguntas. Esto ocurre porque esa pregunta
está haciendo tácitamente una afirmación categórica (el poder judicial es
corrupto) que predispone al entrevistado en contra del poder judicial y en
favor de su reforma.
Vamos a poner un ejemplo hipotético simple para clarificar
este sesgo.
Estoy realizando un estudio sobre la televisión en México. La
primera pregunta del cuestionario es: En su opinión, ¿cuánta ignorancia produce
ver televisión? Esta pregunta está introduciendo tácitamente una afirmación
categórica contra la televisión: que la televisión es causa de ignorancia en el
auditorio.
Enseguida pregunto esto: En promedio, ¿cuánto tiempo de su
día le dedica a ver televisión?
Es de máxima probabilidad que la gran mayoría de los
entrevistados que yo aborde buscarán minimizar todo lo posible en su respuesta el
tiempo que le dedican al día a ver televisión, porque a nadie le gusta parecer
ignorante. Y esto va a ocurrir porque yo ya los predispuse contra la televisión
en la primera pregunta.
Ese grave sesgo es lo que está ocurriendo en estas encuestas
sobre la reforma judicial por esa segunda pregunta, la tocante a la corrupción.
Y subrayo el motivo: en esa pregunta se está afirmando categórica y tácitamente
que el poder judicial es corrupto, y con ello se está predisponiendo a los
entrevistados a apoyar a la reforma judicial en las siguientes preguntas del
cuestionario.
Podemos afirmar lo siguiente como regla general pertinente a
las técnicas de investigación en este campo: en las encuestas de opinión jamás
deben insertarse comentarios o preguntas que afirmen categóricamente ideas
valorativas de manera explícita o implícita (hay corrupción, urge un cambio, la
democracia es mejor, etc.) a fin de no predisponer o sesgar a los entrevistados
hacia ciertas respuestas.
Las encuestas pretenden acercarse a un experimento de
laboratorio en cada pregunta, sin pretender serlo. Así pues, y solo
analógicamente, podemos asumir al entrevistado como un cobayo del cual queremos
ver cómo reacciona en preferencia ante dos alimentos alternativos: uno aderezado
con miel (reforma judicial) y otro con crema de cacahuate (no a la reforma
judicial). Para ese efecto, las únicas variables que deben estar presentes en
el experimento son los dos alimentos, y jamás debemos predisponer al cobayo (entrevistado)
a suponer que el cacahuate o la miel son venenosos.
Pero si en la entrada del campo experimental ponemos un
cobayo muerto (corrupción del poder judicial) con residuos de cacahuate (no a
la reforma judicial) en el hocico, y si nuestro cobayo experimental lo olfatea
al entrar al campo experimental, es muy probable que jamás elija el alimento
con aderezo de cacahuate y se incline por el alimento con aderezo de miel. El
resultado es que hemos sesgado el experimento en favor del alimento aderezado
con miel (reforma del poder judicial), o sea, es un experimento truqueado y
sesgado hacia el deseo del investigador y su cliente: el alimento con aderezo
de miel.
Por tanto, esas encuestas están mal hechas o están truqueadas a favor de la reforma judicial.
Puede leer este artículo también en el diario digital mexicano SDP, donde regularmente publico los trabajos o artículos que usted ve en el acervo de este blog.
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